¿Qué pago cuando no pago por un servicio?

Ricker Silva
Ricker Silva
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4 min readDec 13, 2016

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¡la plata o la vida!

El primer recuerdo que tengo de internet es en la casa de mis abuelos. Hotmail era una página que ni sabía qué hacía y abrí mi primera cuenta de correo electrónico. Nunca antes había enviado una carta, salvo en segundo grado, como parte de una actividad escolar y ahora tenía una cuenta en un servicio que era lo mismo, pero gratis. 1995.

De ahí en adelante, uno de los grandes atractivos de los servicios en línea, era su precio: $0. Correos, noticias, libros, música, conocimiento, todo es gratis en internet. Hoy, casi todo es gratis. No pagamos un peso por consumir información de redes sociales, periódicos, libros, transferencias de archivos, servicios de geolocalización, de tráfico, de clima y de entretenimiento. O eso creemos.

Pensemos en servicios que son gratuitos en algunos países como la educación. El modelo finés de educación pasó al estado en la década de los 60 y hoy en día es libre de matrículas. El estado paga a los educadores y a todas las personas involucradas en el sistema, apoyado con impuestos y por supuesto una voluntad política de más de 40 años. O sea que, aunque es gratis para los estudiantes y sus familias, está financiado juiciosamente. Así pasa con los servicios en línea que no pagas, las cuentas gratis de los servicios de música, twitter, Facebook, Bing, Google, Instagram, Snapchat, Dropbox, etc, todos cuestan plata y si no la pagamos nosotros, ellos la buscan en otro lado. Que curiosamente, somos nosotros. Otro lado de nosotros.

Publicidad

La panacea para poder mantener los costos que tiene todo en esta vida y particularmente los servicios en internet, es la publicidad. En 2003, pocos años después de creado Google, apareció AdWords, el sistema de publicidad que aporta la mayor parte de los ingresos del buscador. Y con eso apareció el modelo de negocio basado en publicidad que ha sido usado por la mayoría de los servicios en línea para mantener el costo cero al usuario final.

¿Pero de verdad quién paga?

Es común creer que el negocio de la publicidad es que la empresa cobra a terceros para mostrarme publicidad de ellos y con eso mantener lo que yo necesito mientras uso el servicio, sin pagar nada. Tan simple como eso.

Pero ya hemos visto cómo la red ha madurado ese negocio para mejorar la publicidad que vemos, para hacerla contextualizada, dirigida, útil para nosotros. Para que, por ejemplo, no muestre publicidad de exquisitos lomos de res a un vegetariano. Magnífico.

Pero ¿cómo saben que eres vegetariano? pues fácil, no solo las empresas que compran publicidad pagan. Nosotros también pagamos, permitiendo en los términos de uso que no leemos, que ellos rastreen “anónimamente” nuestra actividad en la red. Toda actividad, desde leer el correo hasta las cosas que compramos, las publicaciones que compartimos o marcamos con likes, lo que escribimos y borramos y no enviamos, todo para poder crear bases de datos que permitan mostrarnos publicidad e información relevante, para hacer nuestra experiencia mejor… pero, un momento, mi experiencia no es ver anuncios publicitarios más relevantes sino compartir fotos, enviar archivos, contar cosas, comunicarme con la gente, verdad?

Este artículo sobre cuánto dinero gana Facebook conmigo es interesante. Expone los ingresos de Facebook entre junio y septiembre de 2016 (US$ 7.000'000.000) y, considerando 1.790'000.000 de usuarios activos, llegan a la conclusión de que cada usuario implica US$ 4.01 (a mi calculadora la division le da 3.91) de ingresos en ese periodo. Al año cada usuario aporta, por sus hábitos de consumo de la red, US$16.04 dólares según el artículo. Algo así como COP$51.000. Y luego se preguntan “¿Debería pagarnos Facebook?”.

¿Cuál pregunta debemos hacernos?

No les voy a dañar la lectura del artículo. Voy a plantear otra pregunta. Pero antes, si bien partimos del caso de Facebook, esto aplica para todo servicio que usamos sin pagar un peso. Empecemos con Facebook y al final extrapolamos.

Si los ingresos de Facebook equivalen a 16 dólares por usuario activo al año. Voy a soltar la pregunta de una vez ¿Deberíamos pagarle a Facebook 16 dólares al año por su servicio?. Difícil contestar inmediatamente aunque mi respuesta es sí, deberíamos. Porque a cambio de eso, estaremos ganando en privacidad. Una experiencia que ya no se enfocaría en hacerme sentir bien mientras veo publicidad sino en relacionarme con amigos y familia para hacer el mundo más abierto y conectado, como lo establece su misión.

El caso de Twitter es muy interesante, es un servicio que ha sufrido mucho para monetizarse y ha tenido que hacer un gran esfuerzo para lograr obtener utilidades que para el tercer cuarto del 2016 fueron de US$616'000.000 con 317'000.000 de usuarios activos. Lo que nos da, haciendo el mismo ejercicio que para Facebook, US$7.77 generados por cada usuario de twitter al año. ¿Pagaríamos eso por salvar y seguir usando Twitter? En mi caso sí, manteniendo el hecho de que la información generada por mi navegación no sea usada para fines publicitarios.

Finalmente sí pagamos por usar esos servicios gratuitos. Sólo que la moneda de cambio no es el dólar, ni el peso, sino nuestra privacidad.

Por eso, mi próximo proyecto cobrará por su uso al usuario. No me interesan en absoluto sus hábitos de consumo de la red sino su satisfacción con mi servicio y también, porque me da mucha pereza meterme en el negocio de rastrear lo que hacen o no hacen para ganar dinero. Sobre eso discutiremos en la próxima entrega.

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