¿Qué es la burbuja en la red?

La respuesta es simple: es todo el contenido que la red cree que te interesa, que te gusta, que vas a replicar; lo que ves en tu muro de Facebook, en tu twitter, instagram, pinterest, snapchat; la publicidad en los sitios que visitas y los resultados del buscador de google, y tal vez de los otros buscadores también. Todo el contenido de la red puede estar siendo creado específicamente para ti, y no sabemos cómo.

O sí, sí sabemos cómo. Con algoritmos que rastrean lo que haces en la red. Saben cuáles páginas visitas, cómo llegas a ellas y cuánto tiempo pasas en ellas, qué cosas escribes en el buscador en todos tus dispositivos, desde cuál barrio ejecutas la búsqueda, qué cosas compras, cuáles no, qué te gusta y qué no, cuáles son tus amigos y cuáles son tus hábitos de uso de la red. Lo saben todo y con esa información logran que las cosas que encuentras sean las que te gustan, las que te agradan, las que están más acordes con tus gustos políticos y personales. Pueden también identificarte e individualizarte para convertirte en un blanco de contenido es profeso para ti.

Hay muchos artículos hablando sobre esa burbuja y sobre cómo salirse de ella o burlarla(BBC). Es extraño que digan que salirse es imposible o aconsejen tonterías como cambiar, cada vez, el muro de Facebook a la opción de “más recientes”. Salirse es fácil y el único coraje es dejar de alimentarse de ese feed de noticias dudosas de nuestros muros, producto de lo peor de nuestras amistades. Pero claro que el algoritmo puede modificarse para que crea que te gusta de todo.

Otro artículo estupendo aunque perturbador es éste en The guardian de Carole Cadwalladr. Una minuciosa revisión de cómo la derecha ha logrado usar los algoritmos de Google, Facebook y otras redes de contenido para difundir su mensaje y que han hecho de este 2016 el año en que los votantes han odiado al inmigrante, a las mujeres y a las opciones sexuales no tradicionales, han apoyado la guerra y despreciado la cooperación de países y permitido el triunfo en las elecciones del No al acuerdo de Paz en Colombia; el brexit en UK y Trump en Estados Unidos.

Se ha encontrado un punto singular en los algoritmos de búsqueda, difusión y promoción de contenido y los han usado para sesgar la información que vemos. No solo la derecha ha hecho uso de eso. Ya no podemos saber si la información que vemos es verdad o no, si es hecha específicamente para mis gustos o no. Debemos desconfiar de lo que la red nos está mostrando.

En mi muro de Facebook (cuando lo tenía) y TL de twitter cada tanto la gente sube imágenes de noticias atroces; les tengo una noticia mejor, paint puede hacer esas imágenes. Peor aún, pueden rotar enlaces de noticias de portales que no conocíamos, que tras la fachada de ser portales independientes pueden estar fabricando un mundo irreal que simplemente nos agrada y nos hace aumentar las impresiones de avisos publicitarios que mueven una cantidad de dinero que no sabríamos siquiera escribir.

Justo hoy @PabsNYC escribió está sencilla analogía sobre cómo la información se mueve en la red. No sólo es veloz sino difícil de corroborar.

La red ya no es ese lugar que podemos dar por sentado. Los resultados de las búsquedas ya no son la respuesta de un oráculo que lo sabe todo. La porción de internet que cada uno ve, es una pequeña burbuja labrada por algoritmos no controlados que adivinan qué queremos ver, qué queremos saber y a qué le vamos a dar like. Hagan el experimento del artículo de The guardian con sus amigos y familias, ojala con amigos con posturas radicalmente opuestas a las suyas frente a temas sensibles como religión, sexualidad y política. Escriban en google “las mujeres son”, “los musulmanes son”, “el islam es”, “los negros son”, “Uribe es”, “Hitler fue” y revisen qué les sugiere preguntar, revisen de que lado están los resultados de sus búsquedas.

Acá les dejo mi burbuja.

la pregunta es: ¿Será eso lo que sabe la red de mi?¿somos tan atroces?